Encontrando mi lugar

E3/T3 Encontrando mi lugar

Encontrando mi lugar : Es importante tener un sentido vital, un propósito de vida, pero más importante es ser consciente de desde donde estás observando ese sentido. Encontrar el lugar adecuado en tu interior desde el que dar sentido a tu vida te ofrece la oportunidad de enraizarte en tierra fertil. No olvides encontrar, antes de lanzarte a un propósito, ese lugar o esencia que te hacen ser quien eres. En este episodio te doy algunas pinceladas para que lo encuentres. En la meditación guiada La habitación interior, te invito a crear un espacio seguro desde el que ver el mundo.

SECCIONES DEL PROGRAMA NÚMERO 3/T3 ENCONTRANDO MI LUGAR

00:00 Introducción
10:56 Reflexión maestra
16:15 Cuentos de sabiduría
27:30 Escuela de meditación
37:08 Meditación guiada
52:02 Cierre

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A continuación podrás leer tranquilamente la reflexión inicial de Tony :

“El arquitecto sabe que es necesario derribar partes de un edificio para reconstruirlo. Lo mismo ocurre con una vida plana y sin alma.

¿Piensas que es bueno ser la misma persona todo el tiempo, conservar los mismos amigos, seguir las mismas tradiciones y fiestas año a año, frecuentar los mismos lugares?

Todos los que te rodean caen en el error de creer que saben quién eres por simple repetición, y que no serías tú si decides cambiar facetas de tu propia vida.

¿Qué pensaría tu familia si no vas a la cena de Nochebuena? ¿O tus amigos si ya no acudes a la semana de fiestas como todos los años?

Es sencillo, pensarían que has cambiado, que ya no eres el de siempre, que llevas un tiempo raro y, lo que más te dolería, es que ya no formarías parte de ese grupo, y te irían dejando de lado.

Esto, que la mente llega a identificar como un fracaso social, debería hacerte replantearte que quizá es el camino para encontrarte, que ni está bien, ni está mal, tan sólo es una etapa más de tu camino, una que tienes derecho a experimentar.

Derribar estas partes de tu estructura es difícil, atravesarás una sensación extraña que te hará dudar, y es sano dudar, por supuesto, duda mucho.

Pero ten en cuenta que si sigues con estas rutinas sin preguntarte sí están bien donde están, estás muriendo, cada vez más enajenado de quién eres en realidad.

Viktor Frankl escribió el siglo pasado un libro de recomendable lectura titulado El hombre en busca de sentido. Más allá de su increíble historia de supervivencia en un campo de concentración nazi, lo que descubre este psicólogo, creador de la logoterapia, es que el ser humano que vive con un sentido vital, vive una vida mucho más dichosa.

Y emprender la búsqueda de este sentido requiere dejar ir partes de ti que ya no tiene sentido que sigan ahí. Porque estas mismas partes de ti que representan tu pasado, están impidiendo y ocupando el espacio de aquellas nuevas facetas de tu personalidad que están por venir.

De hecho, lo primero que hay que hacer al emprender el viaje es desprenderse de esas cosas que ya solo ocupan lugar en la mochila, esas por las que, generalmente, te definen los que te conocen.

Siempre aviso a los que me rodean, si no nos vemos en un año, tienen que tener claro que he cambiado por completo, que no me conocen, y yo pensaré lo mismo de ellos, porque quiero que las personas que me rodean estén vivas y despiertas.

Vivo en una vida en constante cambio y evolución. En ocasiones, unas semanas me parecen años por su intensidad.

Y me sorprende tanto como a ti, no es algo que busque, es la vida moviéndose a través de mí, yo actúo y dejo hacer, lo permito, escucho atento cuál es el siguiente paso y camino hacia ese lugar.

Por último, te recuerdo que esto no tiene que obsesionarte, tan sólo tienes que ir esculpiéndote con honestidad, como si fueras un escultor. Por lo menos yo, no estoy pensando constantemente en lo que tengo que cambiar o desechar en mí vida, allí habría una mente demasiado obsesionada y alerta.

Observa como los cambios van tomando su posición casi de forma natural, hasta que se convierten en un viaje con rumbo a tu propia vida.”

Recuerda que puedes escuchar mas del podcast aquí.

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