Transcripción de la “Meditación Guiada Trascender El Bien Y El Mal”
En la meditación de esta semana vamos a navegar sobre la dualidad del bien y el mal. Vamos a encontrar el camino del medio entre ambas, sintiendo que no hay bien o mal absoluto y que no existe tal cosa. Más bien, todo es relativo a la visión, a la perspectiva de cada ser humano que observa la situación y en todo caso, no hay verdad o mentira, tan solo una experiencia que tenemos que integrar, que hay que aprender. Ese es el camino, un camino siempre abierto, siempre de aprendizaje. Así es como incrementa la conciencia del ser humano.
Así es como se tiene un impacto directo en nuestro desarrollo, nuestro crecimiento espiritual, y así también conseguimos un impacto en El Mundo que nos rodea.
Nos preparamos para la meditación de hoy. En primer lugar, busca un espacio tranquilo, adecuado a la energía de este momento, de esta quietud, de esta práctica meditativa que es una meditación guiada, sentados, tumbados, caminando por un sendero en la montaña. Cualquier cosa que te evoque tranquilidad exterior está bien. Eso sí, varias instrucciones, varios detalles para que la energía de tu cuerpo se mueva de forma adecuada, que tu espalda esté recta de forma natural sin forzar.
Que tus hombros estén relajados. Que tu mentón esté recogido ligeramente mientras cierras los ojos. Si es que no estás caminando. Claro, poco a poco que tu respiración sea lenta y pausada, diafragmática o abdominal. Está bien, pero no lo fuerces. Inspira profundamente por la nariz y exhala por la boca lo más largo que puedas durante tres veces y ya con los ojos cerrados, en calma, observas en frente de ti que aparece una linea de luz desde lo mas alto a lo mas bajo, una linea que baja, que atraviesa el tiempo, el espacio y esa oscuridad, que corta ese plano que tienes en frente en dos, puedes ver claramente esa linea divisoria. Ahora entre los dos planos, la izquierda y la derecha.
Vas a elegir situar pensamientos y emociones positivos y negativos a un lado. Emociones y pensamientos positivos que vengan a tu mente en este momento, al otro, lanza pensamientos y emociones que te generen malestar, negativos. Permite que tu mente siga un proceso natural de observación y que aparezca lo que aparezca, ves lanzándolo a un lado o al otro. No hace falta que te acuerdes.
Tan solo vive en este momento y clasifica todo aquello que te venga a un lado o al otro, sin parar. Adelante, sigue un poco más. Acuérdate, no hace falta que recuerdes nada. Tan solo los pensamientos y emociones que lleguen a ti en este momento los lanzas a un lado o al otro. Solo eso, al lado bueno o al lado malo. Es suficiente.
Ahora, observa no los pensamientos o emociones en sí mismos, sino la energía que se ha acumulado en cada lado. Más o menos, los patrones emocionales y mentales de tu clasificación se almacenan en energías positivas y elevadas, de alta vibración, y en energías con una frecuencia baja. Y los separa esa fina línea de luz que nos ha servido para observar mentalmente este ejercicio.
Levántate de la meditación y camina hacia esa línea que observas, esa línea de luz. Imagina cómo te levantas y cómo caminas hacia ella. Conforme te vas acercando, pasa algo curioso, y es que lo que era una línea de luz se va haciendo más grande, cada vez más grande, hasta que llegas a lo que parece como un cortado. Entre un desfiladero y otro, un pasillo, una entrada a algún lugar que pueda haber más allá de esta línea de luz de este pasillo de luz del que no se ve el final. Da un paso y luego otro
Y te sumerges en este pasillo de luz desconocido. Camina, atraviésalo mientras caminas y atraviesas este pasillo de luz, enigmático pasillo de luz. Sientes como su luz te depura como si fuera una ducha de luz. La luz que aparece por todas partes te limpia cada paso que das, te sientes más ligero, más ágil.
Empiezas a volar hacia adelante, al final observas cómo se acaba el pasillo de luz y sales a un lugar en el que puedes contemplar todo el universo y su energía. Cuando miras a los lados, sonríes porque todos tus pensamientos y emociones han sido liberados de su juicio. Y toda esa energía flota en el ambiente, indistintamente en forma de actos de aprendizaje que puedes ver claramente. Observas cada emoción y cada pensamiento, moverse por cualquier parte, totalmente claras y limpias, sabiendo exactamente detrás de cada una de ellas y de ellos.
El aprendizaje real que tenían para ti no tenía que ver con el bien o el mal, sino con tu consciencia.
Después de esta observación, el pasillo de luz, notas que te reclama que tira de ti hacia su interior. Después de observar el mundo tal y como es, durante unos instantes tienes que volver al mundo de la dualidad al mundo de lo bueno y lo malo.
Esta vez habiendo experimentado la sensación de la consciencia única más allá de las polaridades, existe una comprensión de ellas que hacen que el universo no se rija por esta polaridad.
Vuelve, atraviesa el pasillo de luz y regresa cuando regresas al otro lado del pasillo, al mundo de la dualidad, te observas conscientemente meditando autoobservate.
Observa también el mundo en el que vives, un mundo dual. Inevitablemente vivimos en este mundo y acéptalo, acéptate. Acepta este juego por completo mientras regresas a ti.
Qué bello es regresar poco a poco a la consciencia ordinaria del día a día, con un sentimiento de ecuanimidad, con calma, con aceptación, entendiendo que lo que existe aquí y ahora es lo que tiene que ser y que más allá de lo bueno y lo malo que nos ocurre en la vida, hay un sentido que está más allá del bien y el mal.
Es cierto que en ocasiones se puede decir que hay una especie de maldad de la que se habla una maldad demoníaca o que tiene que ver por ejemplo con el diablo, pero en el fondo ese tipo de maldad cuando se trabaja el inconsciente y la sombra del ser uno percibe que en el fondo esa maldad demoníaca tiene que ver más bien con algún tipo de aprendizaje que se ha estancado, que se ha enquistado en nuestro interior y que de alguna manera nos afecta negativamente con una evidencia mayor.
Quizá que lo que podríamos llamar el bien llamado mal común. Este caso también requiere un trabajo especial interior sobre la sombra, como diría Junk un trabajo especial sobre nuestro inconsciente y nuestro sistema de creencias más profundo, este mal perverso que nos puede surgir del interior también se puede trabajar.
Los aspectos más negativos del ser humano que enajena en la sombra también pueden trabajarse.
Recordad siempre que hablo del aspecto interior de nuestros aspectos interiores, que al fin y al cabo es lo más importante para nosotros es lo que nos hace crecer, lo que nos hace cada día ser más conscientes y cada día ser más seres humanos.
Muchas gracias y nos vemos la próxima semana.
Un abrazo
¿Conoces nuestra membresía El Santuario?
Encuentra en ella un lugar en el que aprender a tu ritmo, al lado de otras personas como tú, con interesantes series de formación en formato podcast, meditaciones, clases magistrales y cursos de temáticas tan diversas como el mindfulness, la psicología transpersonal, la simbología y otras muchas…
Únete hoy. Haz clic aquí y mira las posibilidades que tienes de participar en Espacio Mindfulness.