Símbolos y representaciones visuales de la filosofía Wu Wei, como un río fluyendo tranquilamente o una hoja llevada por el viento

Meditación Guiada Wu Wei De La No Acción

Transcripción de la Meditación Guiada Wu Wei De La No Acción

Cuánto de incertidumbre podemos soportar en nuestra vida? Recuerdo alguna frase de las antiguas escrituras que decía algo así como que Dios te da y te ofrece todo aquello que tú puedes soportar. A más incertidumbre, seguramente tus pruebas sean más difíciles que la del resto o las del entorno. No confundas esta dificultades con algo malo. Todo lo contrario. Seguramente cuanto más consciente es uno, más observa los retos a superar y en ocasione quizá uno piense en estar un poco abrumado por ellos. Es una buena noticia que pueda observar esas pruebas y avanzar sobre ellas. Y que plantees una acción desde esa no acción. En la meditación de esta semana vamos a trabaja ese concepto famoso, concepto taoísta del Wu-Wei, de la no acción, que no es no actuar, sino actuar desde la no acción. Teniendo un ego gestionado, consciente, una mente que nos lleve a la acción sin implicación conseguiremos observar el mundo tal y como es, y no tal y como somos nosotros. Evitaremos así las proyecciones. Evitaremos así confundirnos en un mundo de ilusiones y así caminaremos hacia un mundo cada día más auténtico, más real, más como somos nosotros mismos. En primer lugar para empezar a meditar, busca ese sitio, ese momento adecuado, si estabas escuchando el podcast y no es el momento de meditar ya sabes, ponlo en pausa, deja un comentario para saber que te ha parecido todo y te introduces en la meditación de hoy, de este espacio, de esta semana. Si estás tumbado o estás caminando o estás sentado, lo importante es que tu espalda esté erguida, que tus hombros estén relajados y hacia atrás ligeramente, que tu mentón se recoja también ligeramente. Imagina que tu espalda va a soportar en un meditación guiada una carga de energía superior a lo que es costumbre y por ella pasa todo. Por sus canales energéticos se distribuye la energía a todo el cuerpo. Cuanto más consciente esté situada, situado, mucho mejor. A continuación cierra bien la boca e inspira por la nariz todo lo que puedas. A continuación exhala por la boca lo más despacio que puedas. Realiza esta respiración especial de reseteo 3 veces. Después de esta respiración especial sí que te tengo que pedir que cierre la boca y solo respires por la nariz, en una respiración consciente que no te tiene que preocupar. Olvídate ya de la respiración y ve cerrando los ojos para introducirte, para adentrarte en tu mundo interior. Mientras permites que pasen esto segundos, observa tu estado.

¿Cómo te encuentras?

¿Qué pensamientos están pasando por tu mente en este momento?

¿Te duele algo físicamente?

Tomando consciencia de que este observador, el que se hace estas preguntas y observa, es el objetivo de esta meditación de hoy. Ten en cuenta de que estamos a punto de dar un salto. Un salto de percepción para que te observes a ti mismo. Cuando cuente 3. Estarás observándote justo enfrente de ti. Atención. Uno, dos y tres. Obsérvate. En esta observación empezamos por la parte física. Observa tu rostro aquí y ahora meditando.

Observa tu cuerpo. Con calma. No te precipites al mover tu mirada, tu foco.

Mientras te observas, toma consciencia de que tú eres el observador. Ahora que te has observado pausadamente, observa cómo, a unos centímetros de tu cuerpo, aparece una capa de luz, como un envoltorio que te protege, que parece que te enciende e ilumina. Tu campo energético.

Observa como poco a poco se manifiesta ante tus ojos, ante tu observación. Observa también los cambios que este cuerpo tiene.

Observa cómo ese cuerpo energético va cambiando, en función de unas cosas o de otras. No tienes por qué entenderlo, tan solo observarlo. A continuación, aléjate un poco más en tu observación.

Y el campo luminoso se incrementa y va creciendo más y más.

De colores más sutiles, con filamentos de luz que conecta con la realidad que te rodea.

Tu campo de energía llega un momento en que se fusiona y ya no se diferencia con la realidad que le rodea.

– Hay un momento de observación en ese campo que ya no puedes definir.

– La realidad y tú. En tu observación, se fusionan. 

Desde este punto, desde esta observación de la no acción, vas a dar un salto de percepción, otro más. Cuando cuente tres, observarás a ese ser que contemplas como un estado del universo, como una consecuencia de este universo.

Siente que ese ser ha sido generado por el universo y no al revés.

Atención. Un, dos y tres. Observa desde esta posición consciente, observando a ese ser tomas consciencia de cómo ese ser y todo lo que le rodea es un consecuencia del universo en sí mismo.

Ese ser no ha hecho nada. Ha llegado hasta aquí experimentando la realidad. Siendo consciente de ella. Pero sin hacer nada más.

Solo el universo puede hacer.

¿Y tú? Observas este hecho. Estás dentro del estado de Wu Wei. El estado conocido como la no acción. La comprensión consciente de que cualquier acción aparente, identificada por la mente, es tan solo una ilusión.

Estás flotando. Absolutamente relajado.

No hay nada que hacer, porque todo se hace a sí mismo. Tan solo observar.

Tan solo ser.

Tan solo ser. Nada más. Desde este estado. Uno toma consciencia de que se resiste a volver. Es un estado tan expansivo, tan confortable y pacífico.

Pero en una brizna de luz tomas consciencia de que tu misión está allí, en eso que observas. Así que cuando cuente tres, descenderás a la consciencia ordinaria. Eso sí, llevándote esta percepción, este estado. Atención. Uno, dos y tres. Regresa y vas volviendo a este estado. Tranquilamente y sin prisa, retomando el pulso a la vida. La vida que nos espera.

Aquí abajo, en este momento, en una meditación tan expansiva, tan abierta al universo como esta, que nos invita a conectarnos con la no acción, tenemos siempre que regresamos que tener en cuenta que tenemos que conectar ese estado con el camino que recorremos en el aquí y en el ahora. No podemos perdernos en ese estado sin haber hecho antes los deberes para con nuestro objetivo y misión aquí, porque para eso estamos en este momento aquí y ahora con este cuerpo, con una misión de ser. Que no se te olvide eso también. 

Nuestra misión no tiene nada que ver con objetivos grandilocuentes, tan solo con ser. Humildemente tenemos que escucharla. Humildemente cada día nos levantamos para estar aquí y ahora. Humildemente cada día, navegamos en la incertidumbre, batallamos, luchamos, todo para encontrarnos a nosotros mismos. No hay otro camino. Es el camino de la búsqueda. El camino del que se atreve. A la larga, aunque suframos y sufrimos mucho los que estamos en este camino, entendemos que es el único camino que merece la pena ser caminado. Por mucho sufrimiento que tenga el universo reservado para nosotros, entendemos que es un paso más, un paso más hacia ser nosotros mismos. Ese es nuestro regalo en la vida.

Nada más.

Muchas gracias por todo. Un abrazo y hasta la semana que viene. 

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